Abuelo Miguel
Cadáveres bastardos,
huesos no reconocidos,
abonan la desmemoria
de los que siguen en la higuera.
(A mi abuelo)
Durante la noche del 9 de Agosto de 1936, fueron asesinados por elementos reaccionarios, D. Mauricio Rodríguez, D. Bernardo Domingo y mi abuelo, D. Miguel Gil.
Todos ellos desempeñaban su labor como maestros en los pueblos alaveses de Gordoa, Galarreta, y Zalduondo, respectivamente. Su supuesto delito fue anteponer en sus enseñanzas, la razón y la cultura, a la religión.
Tras quemar sus libros, robarles, detenerles y asesinarles, sus cuerpos fueron arrojados a la Sima de Otsoportillo en la Sierra de Urbasa.
Para mantener vivo su recuerdo, sus familiares nos reunimos nuevamente en tan triste lugar tras 75 años de aquellos vergonzosos sucesos.
También se les rindió homenaje en Intxortako Erresistenteen Eguna 2015. Sirvan estos vídeos que recogen sus imágenes, el testimonio de mi madre, Aurea Gil, junto con mi poema «Pegajoso», como reconocimiento y recuerdo a su memoria y a la de todas aquellas personas que sufrieron cualquier tipo de persecución por la misma causa.
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La letra no entra con sangre.
Sale.
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Intxortako erresistenteen eguna 2015 en Elgeta
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75 Aniversario
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Testimonio de Aurea
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Abuelo Miguel
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